lunes, 9 de febrero de 2009

Dedicado


Y que seré yo sin tu presencia, sin tus labios dedicandome palabras de cariño, sin el tacto de tu piel a mi alrededor, sin tus besos de ensueño, que seré yo sin tí. Nada es comparable a tu belleza, quiero beber de las lágrimas de tu tristeza, quiero compartir tu alegría, quiero ser parte de tí. De cada segundo a tu lado se conviertan en minutos, los minutos en horas y las horas en días. Niña de ojos verdes, dos luceros que en cada noche resplandecen y me sosiega el alma.

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